autismo

24.07.2012 12:43

 

El Autismo, se encuentra encuadrado dentro de lo que se conoce como TGD (Trastorno Generalizado del Desarrollo) y TEA (Trastornos del Espectro Autista), junto con el Síndrome de Asperger, y TGD no especificado. Constituye un trastorno neurobiológico permanente y profundo, siendo considerado una de las alteraciones más graves del desarrollo durante la primera infancia, siendo uno de los problemas más serios desde el punto de vista personal, familiar y social. Está caracterizado por un déficit severo y generalizado en varias áreas del desarrollo y comparte con el resto de los cuadros que conforman los TGD tres ejes fundamentales a la hora de su diagnóstico: problemas en las habilidades de interacción social recíproca, problemas en las habilidades de comunicación y lenguaje y presencia de conductas, intereses restringidos y actividades estereotipadas o repetitivas. Este cuadro clínico se presenta en forma muy heterogénea y variada, oscila desde casos leves hasta personas con un gran compromiso de afectación. Una detección precoz ayuda en todos los casos a que el pronóstico sea más favorable. 
Las personas con autismo son muy diferentes unas de otras tal como lo son las personas que no se encuentran encuadradas dentro del espectro, y se presenta de manera muy variable. Los casos más severos se caracterizan por una completa ausencia del habla y comportamientos extremadamente repetitivos, inusuales, auto-dañinos y agresivos. Este comportamiento puede persistir durante mucho tiempo y es muy difícil de cambiar, siendo un reto enorme para aquéllos que deben convivir, tratar y educar a estas personas. Las formas más leves de autismo (típicamente autismo de alto rendimiento) pueden ser casi imperceptibles y suelen confundirse con timidez, falta de atención y excentricidad. Cabe notar que una persona autista puede ser de alto funcionamiento en ciertas áreas y de bajo funcionamiento en otras.
Requieren de tratamientos multi y transdisciplinarios y poseen necesidades educativas especiales.